LOBO
Asco, es lo que siento al mirarme en el espejo, al observar al monstruo hambriento que respira al otro lado de la pared. Sus ojos voraces y rojos brillan, su boca manchada lanza dentelladas hacia mí, solo un fino cristal le separa de arrancarme la yugular.
Ese soy yo, o ese fui. ahora la bestia yace tranquila, escondida en algún lugar de mi mente, en alguna jaula lo suficientemente fuerte para reprimirla.
Ese soy yo, o ese fui. quiero creer que ya no es así, pero ¿no somos sino nuestras acciones?, ¿no soy yo esa bestia hambrienta del espejo? – ¡NO!, he cambiado. Yo no lo veo, tus dientes ahora redondeados siguen carmesíes, tus ojos ahora ahogados conservan su brillo rubí. Podrás intentar huir, pero aun atrapado en esta celda siempre estaré junto a ti.
Responses