Las palmas de Salento.
Poema: Jhon Jairo Salinas.
En Salento, las palmas se alzan al cielo,
cosquilleando al viento con su vaivén,
mientras una dama glamurosa pasea
por el valle hechizado del Cocora.
La guardiana del árbol nacional
vigila con celo y peligro acecha,
pero la belleza de este lugar
hace que las preocupaciones desaparezcan.
En este valle, todo es magia y encanto,
una tierra que cautiva y enamora,
donde la naturaleza es la reina
y la paz se siente en cada rincón.
En el valle del Cocora, en Salento,
donde el río serpentea entre las palmas,
el paisaje otea el vasto cielo,
mientras las montañas abrazan al alma.
La naturaleza se viste de gala,
con sus colores y su esplendor,
las palmas se alzan hacia lo alto,
bailando al ritmo del viento con fervor.
En este valle mágico y sereno,
la belleza se funde con la tranquilidad,
un paraíso donde el tiempo se detiene,
y la naturaleza muestra su realidad…
Cocora, tesoro de nuestra tierra,
Salento, joya de nuestro país,
en tus paisajes encontramos la calma,
y en tus horizontes, un eterno renacer.
Sí, en el cielo lisa,
las palmas acentuadas,
dejadas por la forma
de cicatriz.
En ellas vemos las hojas pinnadas,
enigmáticos oscuros anillos marcados,
como cohetes en el aire
blancuzca forma dibujados.
Flores agrupadas en racimos,
crema color en su piel,
y un fruto drupa globosa,
en estado maduro rojizo al ver…las palmas de Salento jamás podrán desaparecer…
Responses