La obediencia a la voz

Luz y sombra en templar,
día y noche en la tempestad. 
Doy un paso despacio, 
¿Y si supiera que hay al otro lado? 
¿sería aquel reflejo latente de pasado? 
Uno, dos, tres, cuatro, cinco y más, 
Solo quiero ver que vendrá. 
Es probable que mi universo colapse, 
y entonces seria demasiado tarde, 
ya no tendría frio ni calor, 
cinguido negro de luto, 
habría hecho lo abrupto. 
Oigo como me hablas de nuevo, 
y es verdad, lo que dices es cierto, 
ni soy fuerte ni valiente, 
ni soy útil ni valioso. 
Sé que pronto me dirás ya, 
cuando llegue la oportunidad, 
cuando mude la rosa el pétalo, 
ya no hablaré ni cantaré, 
porque sé que te obedeceré.
Solo te pido dejarme despedir, 
quizás con un poema, 
con abrazo hasta que amanezca, 
con una mirada infante y tierna, 
que me permita salir de la tierra. 
Dejame hacer un mandala, 
en el que pueda dibujar mi alma. 
Dejame leer a ese explorador por última vez, 
y refugiarme en el asteroide de él. 
Dejame sentir el aire nocturno, 
ese vendaval que la Luna protege, 
que me haga sentir puro. 
Dejame antes tener mi pensar, 
mi elocuencia y otra forma de jugar. 
Te pido menos de lo que mandas, 
voz que poco a poco me cambias. 
Quise obedecerte y cambiar, 
más cometo eternamente los mismos errores, 
sigo viendo al igual de forma especial, 
sigo como antes a dañar sin voluntad, 
sigo hablando de más, en vez de callar. 
Ritos profanos intenté, 
incluso por ello dices que pequé.
Ni el Laurel en SanJuan, 
ni las flores en la tinaja. 
Ni el alcohol en las heridas, 
ni la sangre con leche desteñida. 
Ni velas con sal, 
ni fingida hiel. 
Todo lo intenté y fracasó. 
Escuche tu promesa, 
antes de las doce uvas, 
campanada fatal. 
Soy un niño que finge ser adulto, 
fuí un niño que sentía, 
que nunca perteneció a su mundo. 
Y tú, voz, aun con tus criticas afiladas, 
Me hiciste sentir mi única aliada, 
eras lo único que podía esperar, 
eras mi única amistad. 
Llegó aquel día en el que me empezaste a odiar, 
Y me hiciste prometer obediencia, 
y con paciencia tus órdenes llegaban, 
pincha, salta, hulle, tomate esa pastilla, 
pero no lo conseguias sigo con vida. 
Y cuando me digas se acabará. 

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