La musa cicatriz

No querría perturbar tu descanso. Pero te aviso: voy a colarme en tus sueños. Tocaré teclas que antes tenías intactas. Y voy a dejarte huella. Una imborrable.

No seré sigilosa. La sutileza nunca ha sido mi fuerte. Entraré como un huracán que arrasa a media noche. Un tornado que revolverá tus raíces. Y las convertirá en flores.

Dormir se convertirá en tu parte favorita del día. Porque será la única en la que estaré yo, aunque no puedas verme. Me sentirás vibrar. Como un veneno mortal. Y sin antídoto.

A veces seré fugaz. Igual sólo estoy un par de minutos paseando por tu mente. Pero ten cuidado. Poco a poco me convertiré en eterna. Y seré cicatriz. De las que nunca se terminan curando.

Déjame advertirte algo. No es mi intención ser tu musa. Pero voy a activar tu instinto. El más animal. Ese que sale de las entrañas. Y te muerde con fiereza.

Cuando quieras darte cuenta, será tarde. Habré construido una casita preciosa en tu cabeza. Con vistas al mar y una enorme chimenea. Para calentarnos. Y calentarte.

Lo siento, pero no está en mis planes mudarme todavía. Así que prepara una bienvenida a tu nueva inquilina. Y acostúmbrate a mis manías. Porque te vas a enamorar de ellas.

Sin remedio. Como un loco. Más aún.

Related Articles

Responses