la muerte que no deja rastro
Todo esto, todo a mi alrededor, las cosas que aparentemente poseo, las personas que están cerca de mí, todo es un recordatorio de una vida que no me pertenece, una vida que pronto parara de serlo, todos los sueños, esperanzas , y ambiciones se acaban, no duraran mucho cuando el final se acerque, todos mis miedos, inseguridades, y decepciones en realidad se irán sin dejar ningún tipo de rastro, porque cuando el reloj mueva sus manecillas mas de una vez en algún momento todo habrá muerto, porque todo aunque sea una evidencia de mí, será para cualquiera una evidencia de alguien, no de mí, yo ya no seré yo nunca más, al pasar el tiempo de mi se olvidaran, todo lo que he logrado, destruido, o construido será polvo, yo misma seré polvo, no hay rastro, no hay mas que un final agonizante por el dolor de haber desperdiciado el regalo de existir, mis preocupaciones serán nulas cuando ya no pueda respirar, cuando haya perdido el palpitar de mi corazón, mi alma dejara su cuerpo y nadie sentirá su presencia nunca más, estar viva fue un regalo temporal y efímero, fue una puesta de sol que al final me dejo arrepentida de no haber disfrutado ,todo se fue y todo se va acabando, al igual que la cera de una vela que poco a poco se derrite consumándolo así, el fuego muerto, ese fuego se fue, las cenizas volaron quedando así perdidas para nunca más ser recordadas, ese fuego no volverá a ser visto, no habrá un recuerdo de él ni de las cenizas la memoria para mantenerlo vivo.
Las melodías que felizmente cree nunca más serán escuchadas ni añoradas, mi sonrisa nunca volverá a ser presenciada, todas las risas que deje ir nunca más volverán y se desvanecen sin volver a pasar por la mente de nadie, todo lo que escuche, hable o pensé nunca más volverá a ser escuchado, hablado o pensado, porque al dejar mi boca y mi cuerpo murieron, y nunca pudieron resucitar.
El reloj que estuve escuchando, cada tic-tac fue imparable en mi vida… al igual que en mi muerte, ese reloj nunca paro ni parará, ni con mi muerte, ni con mis risas, ni con mis lágrimas, el siguió sin tomar en cuenta todo lo que hice o no.
Por el gran regalo que tuve de haber vivido tuve que pagar con mi muerte, con el final de todo lo que fui y ese camino que recorrí dejo huellas, pero estas se borraron con la marea de las olas, ya que las huellas que yo deje no fueron permanentes, solo se plasmaron en la arena borrándolas así, el mar.
Responses