La lluvia sin ti.

Yo sé porqué, a veces, desapareces
te esconden tras los nublados
y llueve a ráfagas tu ausencia.
Yo también lloro con rabia.
Y el agua resbala fría
de manera distinta en mi rostro.
Las lágrimas corren por dentro
inundan de pobreza mi alma.

Es normal que, a veces, desaparezcas
que todo se vuelva vacío, oscuro
y haga un frío malvado.
Que yo me haga pequeño,
inverne este temporal raro
me coloque en la inapetencia,
de días dolorosos y largos.

Pero también sé que resurgirás
que volverás a brillar ante mis ojos
el sol alimentará mi cara
mis manos buscarán tus manos.
Se irá la oscuridad lejos
la lluvia me cantará despacio
el frío será fácil de arropar
bajo el calor de tus abrazos.

Nunca te vas de mi del todo
es imposible que te vayas de mi lado.
El sol brilla y vence siempre
la luna me seguirá enamorando.
Tu agua tibia siempre me alcanza
baña los sueños que te voy robando.
Es imposible que no te piense
imposible callar a los pájaros.
Orbito alrededor de tu cintura
se alinean todos mis astros.

Yo sé que has de ocultarte
tras los juncos de tus riberas
entre peñascos y laureles
tras anchas y verdes praderas
en rincones de sombra fresca
en fachadas de cal y piedras.
O entre paseos a solas, conmigo,
pensando caminar otras sendas.

Entiendo que no puedas mostrarte
con toda la intensidad que deseas
volar sobre mi propia sombra
con todo el esplendor que anhelas
cantarme bajito en las noches
con toda la libertad que sueñas.

Pero atiende bien lo que te digo
no seas infeliz en tu estado
aún no estando a la vista
eres lo mejor que me está pasando.
No sé si seguimos el mejor rumbo
en esta travesía tan secreta.
Sólo sé que voy contigo, juntos,
y que caminaré firme a tu vera.
Que la lluvia me cantará suave
mientras duermo en tu regazo.
Que la luna será nuestra
y el canto de los pájaros.
Que no habrá nada en esta vida
que pueda impedir amarnos.