La guerra de los días

Hoy mi madre cumple sesenta años,
el cielo es azul,
la calle la misma,
su mirada sigue su rumbo,
menos su alma,
recuerdo los días
donde jamas dejo ver en mi infancia,
ningún quebranto o esbozo de lagrima,
que pena mía el no poder arrullar en algún momento su alma, son cosas que en la vida pasan sin que nosotros podamos detener, pido permiso para sacudirme las cenizas de este canto
que solo llegara a hacer una flor de viento como ella lo es
por mandato de Dios, hoy quisiera ver sus manos fuertes pero de ella ya partieron, cosas que la vida sin juicio nos depara, solo me queda las batallas de su vida, que como un ángel enajenado lucho día a día, como es la vida a veces, una guerra cada día.

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