La distancia
Nos volvió a juntar las miradas
Esa fuerza que tensa del corazón el latido
Y nosotros temblamos
En los ojos del otro nuestro reflejo
En un lago cristalino.
El encuentro fue
Como del relámpago el estallido.
Las manos de un recuerdo asomaron
Igual que en la cumbre la montaña
De la niebla que el tiempo ha sido.
Algo en mi interior se hizo pequeño
Luego se calentó y expiró un suspiro.
Tanto nos quisimos
Que nos da vergüenza que el alma
En los ojos sepa decirlo:
“Te quiero, y siempre te he querido”
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