la comida como salida
al final, mi único consuelo es la comida, me hace feliz, por un instante mejor dicho, me hace olvidar por un instante efímero lo que fue mi mal día, en el que mi mente me rompe, me limita, y me devuelve el pasado, la comida satisface el vacío que mi mente me provoca con mi alrededor, no solo relaja el apetito, sino mas bien relaja la tristeza, la melancolía, o la lejanía con el mundo exterior, con el cuál luchamos, con el cuál me enfrento, la ínfima interacción con un lugar fuera de mis cuatro paredes, es entrar en un abismo que solo la comida logra amortiguar, su caída, su proceso, su inmersa oscuridad… la comida en este mundo es mi droga, para ustedes es una persona, el alcohol, las fiestas hasta la madrugada o la rutina, pero mi droga es la comida, y aunque eso es insignificante para otros, para mi es una necesidad desesperada, aún mas que el apoyo, la intimidad, o el hilo rojo, simplemente es mi manera de hacerme feliz, y estoy bien con eso, supongo.
a.v
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