Junio

Junio, no me dejes.

Soy, apenas, más valiente
de lo que anhelo.
Soy, a penas, más fuerte
de lo que deseo.

Junio, no me dejes.

Si no eres tú, ¿quién tocará
a mi puerta cada madrugada?
Si no eres tú, ¿quién amará
a mi alma apenada?

Junio, no me dejes.

Le puse un nombre a cada flor
que crece en mi ventana
y las teñí de lila
porque así se ven mejor.
Pero, si tú te vas, junio,
te las llevas a ellas,
a sus nombres y
a sus colores.
Entonces, ¿con qué y quién
me quedaré yo?

Junio, no me dejes.

Sin embargo, me temo de que ya lo hiciste,
así que, prefiero decirte
adiós.