Jugando en el campo

Ahí están el cielo y el mar,
y la tierra por explorar.
Me asombra tanta inmensidad.
Siento la necesidad,
llamado por el horizonte,
de acercarme ya más allá.
No me hace falta nada más,
sólo una gran voluntad,
y tanta o más humildad.
Es un delicado juego,
con su buena parte de azar,
y yo lo quiero disfrutar,
acariciar, oír, y tocar,
descubrir, sentir, y escuchar.
Al seguir caminando,
seguimos avanzando,
avanzo, escucho, y toco,
y cuanto más descubro,
más avanzo, y más quiero,
más toco, y más juego.

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