Inspiración

Aún no he cerrado contrato con las musas,
a esas desagradecidas no les valen mis excusas,
no tienen nombre , apellidos , patria
intereses, ambiciones, desarraigadas y zafias
esperan que mi pluma les arañe el corazón
sueñan con que el desánimo no apague mi voz.

Caprichosas, como niños pequeños antojadizas,
aparecen cuando menos las esperas o necesitas,
corres buscando un trozo de servilleta
para eyacular las palabras corruptas,
prefieren los preeliminares, son muy coquetas,
nada viscerales, incluso algo estúpidas.

Malditas cotillas, se nutren sin remordimientos
de las miserias ajenas, son puro sentimiento,
buscan la rima perfecta para pincharte el alma,
a veces me desesperan, dándome la espalda,
estoy enamorado de ellas y sus excentricidades,
soy un calzonazos, me tienen y además lo saben.

Viven en la calle Inspiración, avenida olvido,
mis cartas siempre llegan sin acuse de recibo,
a veces me despiertan de noche, un arrebato,
para susurrarme sus deseos más inhumanos,
saben hacerme daño con lo que más me duele
haciendo que mi alarma interna truene.

Ya sabéis cómo son, nadie sabe lo que quieren,
solo les pido que me dejen descansar algo más,
en esta reyerta , de cuchillos que no hieren,
los puñales se desclavan, las lagrimas sin sal,
hasta mañana , mi memoria ya se resiente,
el tren de mis sueños , no debe descarrilar.

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