Inalcanzable
Inalcanzable
En la primera luz que se prende
cuando el sol se encuentra en el cenit a mediodía
o cuando la tarde se aleja
como un cometa sin fuego
y la noche es un camello
con luciérnagas al lomo
que empieza a dar sus pasos al horizonte
cuando la luz salpica a cada estrella
y en cada estrella estás tú, en cada gota
en cada chispa, en cada música del fuego
ya te habré amado tantas veces
que no me alcanzaría la vida
para brindarte el amor que siento
ni aunque sueñe y no despierte
ni aunque luche y al fin consiga
un sueño más largo y más ancho todavía
aunque pueda yo engañar al tiempo
sosteniendo con ímpetu las testarudas agujas
del reloj que precipita las horas
y abrir atajos donde no los hay
y amigarme con la luz misma
del mismísimo infinito
para darte el amor que siento
porque es tanto el amor
que anhelo darte
que el infinito y todos sus renglones
se me hace poco
cuando te veo y estás
tan bonita, tan bonita
y aún sin siquiera tú pintarte
y sólo mis ojos mirándote
mirándote desde el suelo
inalcanzable, tú, la inalcanzable
a punto de escurrirse
junto al alma, al cuerpo
derritiéndome, consumiéndome
con tu luz de frente
hasta que nazcan flores para ti
las flores más bellas para ti.
Jairo Sebastián Zanetti
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