Heridas de guerra
Cuando alguien me pregunta sobre mis tatuajes en la piel, les digo que son mis pequeños recuerdos de cómo he batallado en esta vida tan hostil.
A veces la gente más fuerte no tiene tatuajes, se caracterizan por tener algo mejor: Heridas de guerra. Éstas hacen que esa persona se vea mucho más bonita y valiente, y más si las exponen sin miedo al qué dirán.
La más bonita herida de guerra es la sonrisa, sin duda. Las personas más felices son las que más han sufrido, bendita hipocresía. Dándose cuenta de que la vida es un vaivén de emociones, así como fugaz.
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