Hacer la guerra
La poesía es hacer la guerra.
Hacerle la guerra a los gramáticos,
Al tedio,a la liviandad y a la razón.
El poeta se hace la guerra así mismo.
El peligro no está en la ciudades,
Ni en las bestias agazapadas en la exuberante selva,
El poeta lo lleva consigo.
Una escolopendra habita en su espina,
Empujando las palabras ponzoñosas
Que arden en su cabeza y en su boca y en sus manos.
Por más que hable de lirios y de lotos,
De purezas y blancuras,
El mal, siempre el mal y el dolor,
El afilado y frío acero en el vientre.
Los símbolos nunca ocultan al monstruo,
Pero el lo sabe y no le importa,
Al Leviatán le llama a veces Amor.
Mauricio Arias.
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