Ese ordenador
Aun sigo mirando esa pantalla,
de inconclusa huella borrada.
Donde cometí mis propios errores,
donde sentí conectar dos corazones,
donde me expuse a la razón,
y olvido ya los motivos.
Siguen las mismas aplicaciones,
Siguen los mismos usos y usuarios,
Siguen los trabajos añejos,
que no caen en memoria.
Siguen aquellos juegos de otras vidas,
donde solía refugiarme de la mia.
Sigue aquel navegador y aquella interfaz,
que me dieron muletas para andar.
Ahora ya puedo recordar una acción,
música para poderme evocar,
otra realidad para mi alter-ego formar.
Y todo en esa pantalla que me rasgaba,
me hacia ver menos dispar.
El primer amanecer que ví fue por ello,
pero pronto se fué ese reflejo.
Hoy deseo poder dar mejor uso,
que en aquel día oscuro,
que en aquella semana negra,
que en aquellos años de pasado.
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