Energía infinita.

No desfallezcas
no malgastes la energía que utilizas en tenerme
realiméntala en tu pensamiento y trata de no olvidarme.
Sal de la cueva
y entrégate a la luz que te regalan los recuerdos.
No dejes de guardarme un hueco
en la estructura ordenada de estanterías de tu mente.
No gastes el amor que me guardas
no lo dejes pudrirse en el olvido de noches secas.
Yo sé que existe un sendero frondoso
que llega a un pequeño rincón
donde corre el agua clara,
poca, para la que debiera correr
no tan clara como cuando nació,
pero sigue siendo el lugar adecuado
donde sembrar nuevas ilusiones.
Hay que seguir hasta más allá del final.
Detrás de una esperanza perdida
puede estar la puerta a nuevas constelaciones,
nuevos sueños, nuevas lunas,
más claras y más brillantes.
Oigo a los árboles gritar,
piensan que no recibirán más abrazos.
Pero la vida y la luz siguen su camino,
delante de nosotros,
y puede, incluso, que sean alcanzables
y podamos retenerlas en nuestros cuerpos.
Guarda esa energía para dar el salto adecuado
por si un día, al girarte estuviera detrás
con la luz, con la vida y la esperanza.
Entonces los árboles susurrarán al viento
nuevas ilusiones y nuevos sueños.