El Rey Sol y La Reina Luna ( Cuento infantil)

Hace muchos años a principio de la creación del mundo y de todo lo que existe, había en el cielo un Astro mayor que era (El Rey Sol) el más importante de todos; el mundo era muy joven y el sol con los demás astros brillaban en lo alto, a pesar que el Buen Rey Sol estaba siempre rodeado por sus amiguitas las estrellas…se sentía muy solo y triste.

Un buen Día les dijo a las estrellas –chicas me siento un poquito cansado ¡creo que me tomare una larga siesta!-siesta en la que la noche se adueñaba del mundo. Mientras el Rey dormía plácidamente en una de esas siestas, sintió en sus sueños que una suave mano acariciaba sus rayos dorados que realzaban su brillo con el crepúsculo. El Rey medio dormido abrió sus enormes y expresivos ojos, no podía creer lo que estaba viendo….una hermosa dama que iluminaba la oscura noche acompañada de un sinnúmeros de estrellas que parecían: la cortejaban como a una Reina de la noche.

El Rey sorprendido de su descubrimiento le pregunto -¿quién eres Tu?-¡mi Rey! –exclamo, yo he estado aquí siempre desde la creación de los tiempos igual que Tu!. El Sol impactado por su hallazgo le respondió ¿Cómo yo no te vi durante tanto tiempo?- La Reina que por cierto era (La bella Luna), Reina de las noche, reacciono como la dulce y delicada dama que es-Mi Rey aunque sé que nunca me has visto yo siempre estuve esperando el momento más oportuno para presentarme ante Ti, con la complicidad de las Damas de mi Reino, (Las estrellas).

Durante mucho tiempo, siglos, años etc. Se juntaban a charlar cundo la noche se acercaba y con el despertar del alba. Ellos se abrazaban, un instante y el mundo en lo alto del cielo se convertía en un mágico castillo en el que Reinaban juntos La Reina Luna Y El Rey Sol por unos minutos.

Las estrellas siempre cómplices de ambos Reyes, habían notado el inmenso amor que nació entre los dos. El sol estaba profundamente enamorado de la Reina Luna, aquella blanca dama que iluminaba las noches del mundo tanto como su corazón. El Rey sol un distinguido caballero que con sus rayos dorados cortejo a la luna en cada instante de su Reinado.

La Luna vivía la misma intensidad de ese amor, pero…las estrellas cómplices llegaron a la conclusión que; nunca podrían vivir completamente su amor, estarían juntos solo instantes con la salida de la Luna al anochecer y del Sol al amanecer y serán felices viviendo de esta forma su amor hasta el fin de los fines de la creación.

Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Fin

Marta Luisa Eichelberger de Guimaraez