El genio maligno
En esta cuarentena estoy triste
Y estoy pensando mucho,
Pero mis pensamientos no existen
El genio maligno me engaña mucho
Descartes en su segunda meditación
Usó el concepto del genio maligno,
Es alguien a quien admiro con devoción
Pero él no existe, aunque sea benigno
El genio maligno es un ser engañador
Tan astuto como poderoso,
Es un gran simulador
Y un gran mentiroso
Me levanto de la cama
No con muchas ganas,
Y veo lo que hay en mi casa
Todas las mañanas
Esas cosas parecen reales
A mí me parece que existen
Pero es obvio que son ilusiones,
Y el genio maligno se ríe
Cada dos años voy a votar
Y parece que mi voto sirve,
Pero no debo dejarme engañar
La política no existe
Y creo que vivo en un país,
Creo que soy argentino,
Pero no existe ningún país
Que escape del genio maligno
Estoy metido en una matrix,
Todo lo que veo es un engaño,
Pero no me doy cuenta fácil
Y al genio maligno no le gano
Pero entonces me pregunto
Si el genio maligno existe
Y respondo con mucho gusto
Que el genio maligno no existe
Esta poesía se refiere a la Segunda Meditación de las «Meditaciones Metafísicas» de Descartes.