El estallido en el aeropuerto de Dallas

Que hijueputa cansancio.

Suspiro profundo
y mi aliento sale
acompañado de un gemido…..
-como si con eso pudiera dejar un poco del peso botado a un lado.

Y cierro mis ojos bien apretados…….
-como si eso fuera a detener las tormentas marinas que quieren proceder

Y paso mis manos, dedos abiertos, jalando mi melena macondiana……..
-como si de esa manera pudiera atrapar los liendres de la angustia que se escapan de la cabeza.

Y arrebatada, sacudo la cabeza fuertemente repitiendo “no!” y “pare!” ……..
-como si con eso pudiera parar ese mundo incesante que se sigue presentando.

Y entonces levanto los brazos, cruzados y doblados, y con ellos me bloqueo la cara mojada……….
-como si con eso pudiera parar todos mis sentidos y por fin descansar en un frío silencio, oscuro y quieto….

Y cuando siento que ya no aguanto más-
de repente, un cambio………..

Todo para
y para todo.

Solo mi corazón sigue como un tambor en mi cabeza.

Mi respiración agitada sacude mis hombros como si me quisiera despertar de algún delirio.

Con aire en la boca, agua en los ojos, y fuego en el pecho…..

Dejo que la calma me encuentre.

Hago el esfuerzo por recordar…..por creer……..y por confiar…

Mi salvación no es salir de esto sino poder agradecer poder sentirlo – el aire, el agua, el fuego dentro de mi…..

Más vale estar viva y lamentar que no tener la bendición de hallarme

Hay veces tengo que sangrar para recordar que acá estoy.

Y de esta manera vivo pariéndome a mí misma una y otra vez.

Que hijueputa alegría.

Y que hijueputa cansancio.

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