El elegido
Tras observar y escuchar arenosamente
Pienso, en la persuasión grosera
Aquella Vedette exultante que nada
Pretende esconder, su sueño es la fama
Su ambición el orden, la organización total
En pos del justificante universal mortuorio vírico
Mí anhelo, persuadirme de per se,
Tú te has venido a atender
Hoy me toca hacer de médico,
Consiento mi libertad a la célula más astuta,
Matricita organizacional inequívoca
Ella es sabia madrecita, viene del sol
Sánate, sé decidido por tí
Nadie puede decidirte
Tu escoges te agrade o no
La decisión es tu carga o ligereza.
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