Edades
La cetrina voz de la margarita
Que en soledad con el cielo se ensaña
Tiene alma de campana en la montaña
Que no llora, no rima, que no grita
Cuarenta y siete años y media cita
Sin los dos pelos de la buena maña
Riega el corazón de ginebra y caña
La tos naranja de la tardecita
Quieren mis jardines volverse otoño
Atarse palomas y condolencias
Ajustar el oscuro último moño
Agregarle niebla a mis pertenencias
Venderme al diablo en santo manicomio
A burla de todas mis abstinencias
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