Dos, tres, en uno…
Al baile llegaron dos
acicalados y listos
venían a unir su voz
al deleite de los ritos.
Del baile salieron dos,
desbaratados, perdidos,
llevaban la flor de Dios
estrenando sus latidos.
Al baile llegaron dos
acicalados y listos
venían a unir su voz
al deleite de los ritos.
Del baile salieron dos,
desbaratados, perdidos,
llevaban la flor de Dios
estrenando sus latidos.
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Precioso poema !!!