Devoción
La devoción se vuelve fúnebre cuando la boca está abierta
Los llantos hechos ríos se abrazan
La playa hundida allá en el horizonte
y las lágrimas que por acá habitan
Oleadas de aire giran
y olas de gritos que ensordecen
La tierra en puños y el morado en el fondo
La tierra temblante y la zona en peligro,
sacudo la vida y la hora ahorca
Las paredes doradas en una alma derretida
y los ojos en la órbita donde habitas.
Ahora el mundo cae en ladrillos
y por los nudillos la sangre se pinta
Las alas hundidas y mi vida grita
Sacudo mis miedos y llegan en el viento
No estás, ni estabas
El polvo en giros inmunes,
y mi alma en un túnel.
Salvo por la redundancia semántica que se encuentra entre el tercer, cuarto y quinto verso, más la falta de un poco más de fuerza enfática en la última imagen de la penúltima estrofa, es un buen poema. Un detalle sobresaliente es la imagen del segundo verso de la penúltima estrofa, donde efectúa una imagen regia y elocuente, descansando de golpe con respecto al primer verso. Eso fue lo mejor.