descenso
una noche acompañada de un frio atroz
y una oscuridad en la cual tus ojos se perderían,
sin estrellas, sin luna, sin ganas de vivir y sentir
ahí estaba yo caminando sin rumbo alguno
deseando ser sepultada, divagando en mi tristeza y penas…
sentí aquel golpe que destruyo mi cuerpo pero sano mi alma
mis ojos brotaron las ultimas lagrimas que rodarían por mis mejillas
y mi corazón dio sus últimos latidos dedicados aquella persona
que tanto amamos
todo murió; mi cuerpo, mi tristeza, mis penas, mis sentimientos
y pensamientos, aquel golpe sano mi alma liberándola de la
tortura que vivía día a día
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