De dios y otras yerbas
Qué diría Eduardo de tu partida, ya antes te había designado como el dios más sucio, más parlanchín, más humano. Más digno del Olimpo que de forito, donde tus fieles le rezan los domingos en cada cancha, viviste tal vez las penurias de tus orígenes, en una época donde estudiar no era necesario. Los buitres que si estudiaron circunvalaron tu figura eternamente, y aunque no estes, aunque fisicamente te fuiste seguirán circunvalando. mientras pasas de ser ahora si, pasas a ser un dios, un demonio que quien viste una camiseta en tu país sufrirá en la espalda lo imponente de tu sombra, mientras tahures televisivos deningran sus figuras en comparación a este dios. este dios que hoy entra en la historia, de la mano de dionisio, mientras su procesión se dirige al estadio, él se dirige a una gloria que pocos en el mundo alcanzan, ser héroe o villano todo al mismo tiempo, digna figura de nuestros libertadores, con los cuales compartes
esa misma característica, ser hombre ser dios. todo por ser vos, un niño pobre que llegó a la gloria que vivió de excesos porque nunca conoció otra cosa, espero que el olimpo te deje descansar. y te veré en esas fiestas dionisíacas donde los excesos son el día a día.
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