Cuesta

Menuda puta montaña,
¿Qué habrá ahí arriba? ¿Algún dios?
mi amigo solía decir
que le gustaría subir,
y estar en lo alto,
sobre hombros de gigantes.
Sabía del riesgo que existía,
pero ella le seducía,
y él se enamoraba
más y más cada día,
y el deseo de subir crecía.
Subir montañas no es lo mío,
más prefiero lo llano,
que seguir cuesta abajo,
y aún así subo y bajo,
contento arriba y abajo,
siempre compartiendo momentos.
Mi amigo lo consiguió,
subió, bajó, y disfrutó,
no me habló de ningún dios,
sí me habló de la niebla,
de los cambios, del frío,
de cómo lo ha pasado,
de lo bueno y lo malo,
de que es mejor subir y bajar,
compartir y colaborar.

Poema recitado

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