Creci
CRECI
En una tibia tarde de Abril
Sentada en el pórtico de la casona de mis padres
Atendiendo a mis sueños en sus múltiples variaciones
Recordé mi lejana infancia estudiantil
Oyendo las canciones de mis comadres
Y oliendo los perfumes de rosas en los balcones
Los días pasaban tan aprisa
Que no nos quedaba aún tiempo
Para terminar con alegrías y sonrisas
Con cánticos y algarabía el juego con la pelota en el entretiempo
Esperábamos hasta la noche, con prisas pocas
Cuando a la luz de la luna podíamos cantar sin leyes
Reír, contar las historias más locas
De monstruos y piratas, de princesas y reyes
De maestros y estudiantes, para animar los recuerdos
A las sombras y luces de nuestras historias y acuerdos
Contábamos que queríamos hacer de grandes:
Doctores, ingenieros, abogados, quizás aviadores,
Lo inimaginable se volvía imaginación de estudiantes
Y la realidad se convertía en escenario de nuevos escritores
En donde desfilaban nuestros sueños
Que eran tan altos, que las estrellas
Los alumbraban con marcos de luces refulgentes aun pequeñas
Éramos niños con fantasías de adultos
Hoy, vuelvo la mirada a esos sueños
A esos anhelos, a esa risa, a esa lágrima
Hoy veo los años que pasaron aprisa sin frenos
Sin aún darme cuenta de que crecí, con mi espíritu encima
Maduré y por qué no, envejecí con ojos de amor llenos
Pero aún en mi alma
Ese sueño de niño arde
Como una lámpara incandescente y calma
De un anhelo que llama a luz perpetua mi alma
Porque el recuerdo, que en mi corazón tiene parte
De mi infancia no se apaga, sino que aún vaga
Enlaces con las sombras de mi pasado que resguarde
Ni se extingue frente a lo incierto de un futuro que aún llama
Hoy valoro todo el tiempo pasado
Hoy ya no soporto las personas sin sueños
Ni anhelos, que no miran al dolor encerrado
De la madre y del niño de angustia llenos
Personas que perdieron su infancia
Por el afán de crecer y del corazón la distancia
Hoy la vida me ha enseñado
A caminar sin prisa, a soñar sin límite,
A reír sin reserva desde la fuerza de mi pasado
A expresar sin miedo amor que sin cuidado emite
Porque lo esencial es lo que hace de un corazón una casa
Que la vida valga la pena pues, se pasa.
Quiero rodearme de gente, de felicidad fuente
Que sepa tocar el corazón de las personas,
Gente con el alma tan clara, translúcida y ardiente
Como cuando éramos infantes, a las casonas,
Gente que cuando habla, no habla cosas fuertes,
Sino que enseña, aconseja, poniendo los otros antes
Gente a quien los golpes duros de la vida,
Le enseñó a crecer con toques suaves en el alma florida
Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando en seguida
Te das cuenta de que sólo tienes una y solo una es la establecida
Carlo Lazzari
M Mercedes Pantoja
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