Congruentes

Dos corazones
Uno tan cálido como el sol en verano
otro tan frió como una tormenta en invierno.
Tan distintos, pero equilibrados
luchando por mantenerse a un lado
evitando a las personas
lidiando con sus penas
sufriendo sus pesares
callando lo que ven
disfrutando lo que sienten.
Así era la vida de esas dos almas congruentes.

Lado a lado, caminaron juntos
paseando por los verdes prados
uno chamuscandolos y otra congelandolos
tomados de la mano, pensando
«Que importa si se acaba, solo quiero disfrutarlo».
Mientras el sol se ocultaba y sus ojos se encontraban
se despidieron con un beso
y así de manera mágica
sellaron su regreso.

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