Cincuenta estaciones

Van andando los días a lo largo del año
No me alcanza la mirada para interrogar lo que no vuelve,
De tanta muerte al hombro y tanta piel desvestida,
El alma tallada por el fuego ladrándole al agua,
La imagen del universo sin banalidades
Traigo un cristal herido, un hueco inacabado;
Vendo las últimas angustias al viajero del abismo,
Lo habré perdido todo, peregrino expulsado de la vida.
Pasará la noche sin rostro ni poesía,
Traigo un amor parecido al olvido,
Un fracaso en cincuenta estaciones,
Una plegaria sin contemplación.