Cenizas
Y aquí hay
sólo cenizas,
unos recuerdos
de la brisa
que mojaba
tu cabello,
la que guardo
con recelo,
y sí,
sigo buscando
en el espejo
algún destello
de tus ojos,
que han escapado
en mis intentos
de encallarlos
en mi puerto,
mientras tanto,
vivo alcanzando
los oasis
del desierto
que aparecen
en tu cuerpo,
y la verdad
es que en mi huerto
ya no quedan
flores tan bellas
que yo piense
que simulen
tu materia,
sólo ese alguien
que se aferra
a tu silueta,
la que un día
cruzó por esa puerta
y se llevó la vida
sin que yo me diera cuenta.
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