Carta a la Melancolía

Nos encontramos de nuevo
Con tu fría compañía y tu aliento de indiferencia
Sintiendo en los labios tu sabor agridulce
Del rechazo , mi eterna compañera siempre apareces en los momento
Inoportuno a siendo sentir tu enorme presencia llegando con ti amiga soledad
Tomando un café con leche con la vieja depresión la matrona de mis pesares
Llegando en lo profundo de mi ser con noches interminables y lindos amaneceres .
Días cortos que se van con un parpadeo espontáneo.
Que nudo náutico el sentir de la indiferencia.
Pero el primero beso sin sentimiento como la lija más áspera y gruesa haci poniendo arañazos el Alma.
Cual casa vieja con los pisos mohoso y podrido haci se pone el corazón , siendo la anciana sola y abandonada llamada esperanza marchitándose poco a poco hasta su muerte.
Dulce melancolía, tu aroma ya se me haci raro hace tiempo no lo percibía ni lo apreciaba, tu cantar del silencio susurrando al vacío diciéndole a la muerte estado de mi apariencia.

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