Caminando
Destellos intermitentes, como luciérnagas en el campo
cuando ya ha caído la noche y está obscuro.
A veces avanzando a través de veredas angostas y resbalosas,
Otras veces escalando empinadas cuestas, casi sin ver,
solo con la tenue luz que emite una luciérnaga.
No puedo tomarte de la mano, solo sé que vas cerca de mí,
Porque escucho tu respiración, tus pasos, y a veces,
algún consejo que no tiene nada que ver con el momento o con el camino.
¡No te veo! ¿Cómo eres? ¿Dónde estás? ¿Cuál es tu sonrisa? ¿Cómo es tu carácter?
Cuando amanezca y el sol salga, podre ver tu faz,
El laberinto habrá perdido su enigma,
Poderosa y misteriosa es la mente,
por ahora, esos destellos de lucidez, son toda la luz que necesito
para saber cuánto me amas.
¿sabes tú, cuánto te amo yo?
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