Caballo negro

Divisando la majestuosidad de la creación en
Su máximo esplendor

Observando el imperante verdor de tan hermosa pradera

Invadida por rios de aguas cristalinas

Que transportan sueños e ilusiones diluidas
Con destino, al ancho y vasto mar

He aquí el escenario de sus protagonista

Criaturas maravillosas e indomables por naturaleza

Haciendo demostración de sus destrezas innatas

Que es su cabalgar agotador y a la vez incansable

Con entereza y gallardía dejan plasmado
El ineludible y verdadero propósito en
La planicie terrenal

Sudorosos como si hubiera una lluvia torrencial
Y con los latidos del corazón a velocidades inimaginables

Continúan su viaje por las pradera hasta sus límites rodeados por imponentes montañas

De alturas impresionantes desde donde precisamente se pueden observar

La gran manada de diferentes colores solo uno
Se destaca

Y cómo se desplaza el pelaje de su Clineja se mueve con el viento, como si fuera a desprenderse de su robusto cuello

Negro como el ébano y grande y fuerte como un
Roble, sobresale entre la manada

Y con una gran ventaja se separa del resto
Dejándoles saber quien es el mejor en su desempeño

Al alcanzar Su meta casi se detiene y con pasos cortos y calculados da vueltas en circulos

Y luego suspendido de sus patas traseras mira hacia el cielo

Y sus patas delanteras hacia arriba como queriendo alcanzar una Estrella

Saca un relinche desde el interior de su garganta, fuerte y ensordecedor

Anunciando que es el mejor de tan larga y agotadora carrera.