Buscando la libertad mediante un adiós (un tanto triste)
No podría ser el inicio,
tampoco el final del fragmento.
Sólo existe, así debe ser,
cambiaría si no puede aparecer.
Esto no es un hola,
un adiós quizá sí será.
Este es un desesperado recuerdo,
lo que anhelé un tiempo.
Porque sí me siento mal,
y aunque lo quiera expresar,
sé, no cambiará nada más,
ya tampoco mucho puede importar.
Las tristes y persistentes lágrimas,
casualmente se convertirán en letras,
al final, abandonarán mi cuerpo,
se trasladarán al lugar imaginario.
«Nada tengo de este mundo»,
una excusa con poco peso
para realizar mi cometido verdadero,
eso, estar aquí no quiero.
No puedo decir que moriré,
por varias veces lo intenté,
al final creo, logré entender.
Por fin, llegaré a trascender.
A través de las ventiscas,
de las frescas/secas hojas,
de la más mínima sonrisa.
Detrás, yo estaré para vigilar.
Quizá no debí estar aquí,
ha quedado en el pasado,
aprendí algo valioso para mi,
quizá al futuro pueda compartir.
Muchas cosas he querido decir,
a veces no supe cómo,
haya llegado tarde o no,
quizá esté satisfecha, cómo terminó.
No hay tiempo para arrepentimientos,
probablemente no vuelva a aparecer,
y eso eventualmente estará bien…
Yo finalmente lograré estar bien.
(Probablemente si sea correcto aclarar,
que es la despedida definitiva,
nada mi parecer podrá cambiar,
la decisión ha sido tomada.)
Adiós.
Responses