Atropéllame

Yo estaba en lo mío
sobreviviendo entre mis quimeras
con la cabeza agachada, en el mundo
uno más entre muchos cualquiera.
Te cruzaste en este camino
que voy allanando con delicadeza
apartando pesadas piedras negras
que casi dan con mi cabeza
el pasto quemado de insensatez
el barro que impide mi ligereza.

Entonces ocurrió lo que no domino
…y me atropellaste, me asaltaste
levanté del suelo mi rutina tarea
y estabas ahí, allí te encontré
bonita, sonriente e insegura
se iluminó ya antes mi camino
presentí, sin duda, tu figura,
más al no fiarme del destino
creí que seguía en mi penumbra
luces y sombras extrañas
me arropaban siempre con descaro.

Entonces me llené de tu gracia
me sonrió tu hermosura
penetré irremediable en tu mirada
se me olvidó lo que hacía.
Me asaltaste sin reparo
con cálculo exacto de sorprenderme
y me quedé quieto
absorto y bobo en tu alegría.
Orbité alrededor de tu ternura
levité sin poder evitarlo
mi centro de gravedad eres
me atrapó y yo detrás me iba.
Todo aquello que existió
ya no estaba, no existía
tan solo ocupabas tú
el espacio en el que me moría
por acercarme a tí, sin miedo
volar contigo a otra vida.

Atropéllame todo cuánto sea de tu gusto
yo intentaré estar al nivel que se espera
ámame en este transitar que llevo oscuro
manque sean segundos los que te tenga a mi verá.
Asáltame cuando menos lo espere
lo más lejos de la razón que me ata
que sea el fuego motor que me lleve
a la felicidad que me aguarda.
No dudes, mi niña, en hacerlo
las veces que te vengan en gana
sorprende a este tu siervo
las veces que hagan falta.
Ay Dios si quisieras verme
vencido ante tu gracia
permite que venga a verme
de mi lado no se vaya
camine de su mano siempre
hasta que muera mi alma.
Que me atroelles te digo
si es posible, mañana.

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