Atrapado

Aún no logro distinguir entre su partida y mi corazón.
Quizás soñé en elogiar su vulnerabilidad,
partió bella, infame.
La resiliencia no fue digna de llorarla
me destruyó,
hoy el mar moja mis heridas,
melancólicas por naturaleza.
Me niego a derretirme en tu olvido
aunque de pecar me acusen
tu amor acendrado me trasporta,
no quiero abandonar esta tierra
tan incandescente como tu cuerpo.

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