Apenas estás iniciando

Al otro lado del mundo está la otra mitad de tu rostro, ¡igual de horrible, igual de hermoso!

Ella que espera un amante mientras las paredes de su cuarto se vuelven hielo.

Hijo, ¿por qué no vuelas como las aves? Yo te dí alas para que vieras, no para que lloraras.

Mi nombre es Dios, ser soberbio y orgulloso, justo juez pero caprichoso. No deseo sino el bien.

No tienes derecho a reprocharme todo, tengo razón al decirte que no has estado en el inicio.

Si así lo es, hazme el favor de decirme ¿por qué entonces sufres tanto?

Yo te diré que tú no sabes quién eres, solo puedo decirte que yo soy tu creador. Ofendido por las circunstancias, mi hijo ahora es un árbol sin flores.

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