Antes de partir
Antes de partir, deseo, con gran ímpetu
No buscar más estrellas de las que pueda mirar
Ni llorar más de lo que pueda calmar
Porque el dolor es cautivante vacío hondo.
Cuando la ligereza te consume
y tambaleado entre sabanas abrumadas de horror
de tantos días parejos, tanto aire gastado;
por luces infelices y monótonas sonrisas.
Si el frío te quema y aunque pasen los años
su progreso solo profundiza tu pesar,
¿por qué no dejar todo de lado
y si debemos, entonces, ser infelices plenamente?
Respiraré, como nunca, profundo
y andaré sobre punzantes rocas;
el cielo pálido y el frío
compensarán mi contundente temor.
Como compensación, pensé dejar una piedra
Fría y dura como en vida actué:
Indeleble, inmemorial mientras vivan;
Dolorosa, si descansan descalzos;
Inexistente, después del recuerdo.
Y entonces emprendí hacia el fluido
Cristalino brillo libre
Inspiré el movimiento milenario
Que no se puede contemplar de pie
Y torné hacia mi naturaleza
En donde mi cuerpo, inerte, reposa.
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