anonimos
el mal que me pesa,
me pasa y me pisa todos los días,
pero nunca demasiado.
me detiene, me domina, me aprisiona,
y no me suelta
hasta que me dejo pisar,
me dejo pesar,
me dejo expresar.
tomo un lapiz y escribo preguntas que hoy
no puedo responder, pero me dan motivo, destino, olvido.
y el mal pesa menos, pierde unos kilos,
me olvido y sonrio
miro al frente de frente y certero,
camino,
empiezo a andar tan rapido como puedo, porque se que el mal
me volvera a pesar.
me encuentro un instante,
me pierdo dos o tres.
y asi voy, dia a dia, sin mal que pesar.
anónimo
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