Amor más allá de la suerte
No es de amor, sí de sueño este poema
(así diga que te amo con locura
y que es mi fuerte pasión la más pura)
porque te da la rima nombre, Ema.
En tus ojos veo, (la mirada quema)
iris que son de piedra ardiente y dura,
y en tu andar de silencio tu figura,
y en tu negro cabello noche extrema.
¡Cuanto te quisiera si existieras!
¡Cuanto tierno amor no te diera!
Pero mis hados, esas cruentas fieras,
no querrían que ese placer tuviera.
Aun así no temas, que sin carreras
en mi cabeza te he inventado entera.
Una pequeña diversión. Estaba pensando en los versos: ni ningún amor tan fuerte/ como aquel que tu me imbuyes fría, que se me ocurrieron aleatoriamente, y que luego me hicieron pensar en: no es de amor este poema, y pues de ahí nació el resto. El título es referencia jocosa, como el tono del poema, al poema de Quevedo, amor más allá de la muerte.