Amor foráneo
Vida mía, hilo rojo en mi comisura,
no transitabas donde pasaban las suturas,
a duras penas me trataste con ternura,
mas la sinceridad no fue parte de la cura
Lejanía y desamparo, descaro y locura,
fueron ingredientes de toda vil postura,
fue mi auge como daga y mi tristeza armadura
los que por mucho hablaron evadiendo conjeturas
Aclaro a los meses testigos de la tortura,
subí tan alto, a una altura insegura
que entre nubes y gaviotas se perdía tu cintura,
y también poco a poco se perdía mi estado de ventura
Así pues finalmente, lluvia a baja temperatura,
fuego inerte que en tu vientre ascendía con dulzura
y en latentes estallidos helaban la abertura
de mi corazón herido y también llamado «basura».
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