ALGUNOS VERSOS DE MI LLANTO POR LAS TORRES GEMELAS

O galo e a churriña.LLANTO POR LAS TORRES GEMELGAS
DE MANHATTAN, NUEVA YORK.

Aquí escribo este romance,
escribo y cambio de ritmo
porque explotó una bomba
y aquí paro y luego sigo:

Sigo cambiando de tema
y sin dejar de cantar;
cantar porque siento pena,
¿O tendría qué llorar?

Para verlo en las pantallas
filmaron él salvajismo,
la muerte llegó en avión,
dentro iba él terrorismo.

Antes yo miraba y veía,
ahora miro y no veo,
dos altas torres había,
casi llegaban al cielo.

El arquitecto lloraba
cuando sus torres caían
escuchando entre las ruinas
mil y un gritos de agonía.

Aquellas Torres Gemelas,
que se cayeron un día,
ya no se ven en Manhattan,
ni de noche ni de día.

Y en un lugar de Manhattan
un profesor me decía:
Había dos líneas rectas,
pero ya no las había.

Iban de un punto a otro punto,
hacia el cielo se movían,
paralelas las dos juntas
igual que en la poesía.

Cuando cayeron las Torres
fui de España a Nueva York
y sólo vi horror y fuego
y muchísimo dolor.

Vi dolor en muchas voces,
vi el dolor entre la gente,
sólo oí decir: ¡Venganza!,
nada más que al presidente.

Avisad al señor Bush,
sí es que aún vive con rabia,
decidle que Allí Babá
está viviendo en Arabia.

Como los niños de Arabia
Bush también se entretendría
con Las mil y una noches,
por la noche y por él día.

Un día vi a Simbad
por el Hudson en velero,
lo vi cuando era joven
y aún estaba soltero.

Hay dos casas en el cielo
con cuatro caras cuadradas,
son tan altas que se piensa
que muchos cielos traspasan.

Las habitan líneas rectas
y ángulos punteados,
líneas rectas y rectángulos
y sin ángulos cerrados.

Altilandia se le llama,
es ciudad de geometría,
con dos sólidos, dos cubos
que nacieron aquel día.

Cuatro puntos esquinales
tenía la torre encima;
con sus cuatro lados planos
daban sombra y perspectiva.

No se puede describir,
no se puede, todavía,
relatar la triste historia
de la indigna arremetida.

Para hechos tan perversos
no hay las palabras precisas
aún que las graben en fuego,
en fuego de poesía.

Y que así llegue mi cuanto,
mi cuanto a la aviación
y a todos los viajeros,
los muertos de aquel avión.

Le cuanto a la geometría,
y le canto con pasión,
a las Torres, al Pentágono,
le cuanto a la construcción.

Loar a negros y a blancos
de Manhattan o del Bronx,
a los chinos, los hispanos,
todos sintieron terror.

Es difícil ser poeta
y escribir con destreza
maldiciendo un atentado,
en donde todo es tristeza.

Escribió García Lorca:
“Poeta en Nueva York”
Él no vio caer las torres
ya hace tiempo que murió.

Lo mataron los fascistas
y España ya lo olvidó,
olvidó pronto al poeta
que asesinado murió.

Se cayeron las dos torres
como caen los ahorcados,
el terror hizo el cadalso.
Todos fuimos fulminados.

Con odio hizo la horca

aquel terrorismo cruel,
abrió la trampa un verdugo
tan impío como él.

Un geométrico edificio
como un cuartel general,
lo dibujan densas líneas
de forma pentagonal.

De cerca una línea recta,
un polígono no ves;
de lejos una montaña,
pero un pentágono es …

 

Related Articles

Responses