Algo màs que escritos
¿Por qué lloras?
Lo que siento en cada décima de segundo
Nadie lo ha vivido ni siquiera Jesucristo.
Alguien que tome mi mano reseca, lo dudo.
Se adhieren dardos de odio cada vez que respiro.
¡No! No duele tanto una daga en el cuello
Que las apuñaladas de ira por la espalda.
Existen dioses para otros y yo no tengo.
Adoro mi propio sufrimiento. Nunca acaba.
Sigo gateando en medio de la soledad.
La tristeza me consuela con lágrimas rojas.
Yo busco entre las heridas la felicidad;
Y trazo en mi desfigurado rostro, sonrisas.
Tengo una abertura suicida en el costado.
En mi corazón solo hay púas incrustadas,
Veneno, trozos de hiel, algebra, y butano.
Todo mi cuerpo está envuelto con llagas.
También soy de carne y hueso, hecho de lodo;
“El hijo aborrecido de Dios y Satanás”.
La muerte tiembla cuando escucha mi apodo.
Y hasta el miedo huye de mí. ¿por qué lloras?
Te amo
Me sentía sumiso con su ausencia egoísta.
La odiaba y más me enamoraba de ella.
Te amo soledad como a ninguna Mona Lisa.
Felicidad suprema por encima de Adán y Eva.
Te invito a una cena en esta luna llena.
Un brindis por nuestro amor leal y envidiable.
A solas tu y yo. Baila conmigo princesa.
Quiero chuparte el esqueleto completo. Sentirte.
Tus heridas y no las rosas de cualquiera.
Se extinguen lágrimas demás, perros y gatos.
Valió la pena amarte mucho, aunque duela.
Es mejor un tallo con espinas que los pétalos.
Tantos amores y nadie como el tuyo. Nadie.
Muero y nazco de nuevo sobre tu almohada.
Desaparecen todos los besos de Judas Iscariote.
Tus abrazos son el sosiego de mi pobre alma.
A tu lado el cielo gris cambia de tono
Aunque ocultes el arcoíris entre lo nublado.
No eres primavera. Eres mi favorito otoño.
Soledad. Soledad. Te amo soledad. Te amo.
¡Tiembla!
Entre estas paredes vivo,
Conversando con el ruido.
En la mano el bolígrafo
Y bajo él, su amigo.
Inunda en mi pensamiento:
Cuerpo, alma, pena, frio.
La soledad y el miedo
Escriben al nombre mío.
La vida da pasos largos
Con o sin cuna de oro.
La carne hecha de lodo
Otra vez vuelve ser polvo.
Insisto. No me conformo.
Yo soy un hueso eterno.
Con mi letra, la muerte ahorco;
El cielo y el infierno.
¡Tiembla! Ya vete olvido.
Seré más que un recuerdo.
Tengo mi propio castillo
En el pecho de este suelo.
Aquí seguiré sentado
Hasta preparar mi vuelo.
Despego y seré el Amo
De todo este universo.
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