Adiós
Ya es hora, dije al terminar el café.
Aquel sentimiento embargaba aquel encuentro que sin pensarlo estaba por terminar y ser el último.
Aún recuerdo aquellos luceros, aquella sonrisa, aquella presencia que sin imaginarlo sería el último encuentro en París.
Las horas pasaban, mas silencio era lo único entre nosotros, silencio necesario para darnos cuenta de que el amor no lo puede todo.
Te amo, fue lo que alcancé a oír y decir entre sollozos, pues mientras se perdía entre las bellas calles de París, mi mundo se teñía de gris en pleno invierno.
JLZ
Responses