A una peonza atados

El espacio surcamos
a una peonza atados.
Su sombra nos ha llegado,
a las nuestras ha echado.
No nos preocupa,
pues la vida continúa.
El ritmo va bajando,
y nosotros nos relajamos
a pesar de pesados sobresaltos.
Del de arriba nos acordamos,
se ha ido y lo esperamos.
Tú desde lo alto
encantada nos observas,
unas veces más y otras,
nada o menos nos enseñas.
Esta danza nos provoca,
y de ti y de tu encanto
nos quedamos prendados.

Related Articles

Responses