A CONTRA LUZ

A CONTRALUZ

A contraluz se ven imágenes distorsionadas,
en vidrieras de cristal de una casa abandonada,
a contraluz, vuela la imaginación y los acordes
de melodías melancólicas resuenas sin ecos
que recuerden días festivos de ron y sexo.
A contraluz se ven las hordas de mutilados
que dejaron guerras de los hombres, hechas
por los hombres, para gloria de algunos
hombres que ni barro y fatiga conocieron,
a contraluz lloran mujeres violentadas sin
hijos que amamantar, desgarradas como
si la piel se la arrancaran sin piedad, animales
que animales vuelve la guerra.
A contra luz en vidrieras de cristal se pueden
ver coros con partituras dispares cantando
diferentes melodías que no se entiende,
un habla de amor, otras de paz, de la
gloria del vencedor, de la humillación del
derrotado. Niños que no saben que cuando
se muere se hace para siempre.
A contraluz, se puede ver el amor a pesar
de todo, un pan compartido, un vaso de vino,
un plato con algo que comer, una mano que
acaricia, los lamentos se escuchan igual que
gemidos de parturientas trayendo al mundo
hijos que con el tiempo otros hijos enviaran
a estos hijos de madres con dolor, a luchar
por el honor de una patria que solo le dará
muerte, y un trozo de pan duro, con agua
sucias e infecta,
A contraluz se ve la muerte en toda su
grandeza, nadie puede con ella, traga y traga
hombres con fe, hombres sin fe, mujeres
alegres, mujeres tristes, sin miramiento y sin
justificación, por el hecho de poderlo hacer.
A contraluz no se ve Dios, no se ve el ejercito
de ángeles, ni al cristo reinando como nos
prometieron.
A contraluz, solo queda una esperanza, un
niño llorando sobre el hombro de un hombre
que es el mismo niño crecido, que sabe de
paz, que habla de amor, no lo mataran pues
tiene la libertad de un corazón transparente
y las manos limpias de sangre y dolor.
A contraluz se puede ver esperanza, distorsionada
Pero esperanza al fin
A contraluz mis secretos de poeta son revelados,
son desterrado y quemados y soy por primera
vez feliz. No volveré a esta casona pues el cristal
rompió en mil pedazos y mis sueños y tragedias
quedaron atrapadas entre el polvo y las ventanas
cerradas por años.
No volveré, porque no quiero, a contraluz, vi más
de lo que hubiera querido y algunas astillas se me
incrustaron en los ojos, mi corazón quedó ciego y
mi alma suspendida en el vacío de la vida que por
más que no quiera llegará a su fin.

ANDRÉS DE LUA

Related Articles

Responses