09.- SOLEDAD

Soledad, triste y apagada,
Soledad, carente de alma.
Por ti sentenciado me veo,
a vivir sólo, sin amor desolado,
a eso, Soledad, tú me has empujado.

Y yo preguntarte quiero:
¿Por qué he de ser el acusado?
Ser de este crimen pecador,
sin tener voto, ni haber hablado,
ser a tan vil pena condenado.

Soledad, en amargo clamor
mi vida has transformado.
¿Por qué maldito trueque,
mi vida se ve sentenciada,
de la alegría al dolor,
vilmente transportada?

Soledad, mala compañera,
Soledad, infiel y traicionera.
Veintidós años de condena,
Veintidós que ya han pasado.

Años de gran pena,
años no disfrutados
del amor, amistad y comprensión
de una amiga fiel y cariñosa,
que se una a mi piel,
dulce y tierna como una rosa.

Que se deje querer
y no me responda
como lo hiciste, Soledad,
dejándome sin tu amor, abandonado,
cargado de penas, por ti, desamparado.

Sin ti, Soledad, vivir amargado
y muy pronto morir olvidado,
murmurando entre mi llanto,
tu recuerdo y la pena
por la que voy suspirando.