32.- IMAGEN CAMPESTRE

Árbol que al cielo alzas,
tu majestuosidad hecha canto
de belleza y alabanza.

Árbol que en la pradera solitaria,
levantas tu efigie al alba,
escucha mi triste canto
y cuida las hojas de tus ramas.

Escucha al viento, amigo viejo,
que te anuncia la primavera
que ya está cercana.

Árbol, despierta las flores de tus ramas,
anúnciale al viento tu primavera entrada.
Árbol que cobijas en tus ramas,
tanta vida ocultada,
abre tus ramas a la mañana
que ya clarea temprana.

Calla gorrión en esa rama,
que vuela alta el águila,
calla gorrión que tu vida se acaba,
calla, por favor, no quieras morir,
que empieza ahora la primavera
y la compañera está cercana,
no rompas más el silencio y calla,
que peligra tu dulce alma.

Árbol viejo de la montaña,
abre al día tu dulce flor
y expulsa tu verdor,
que la primavera se acaba,
ve rápido, que el frío te alcanza,
y tu flor muere, pierde su color
y tu vida se acaba.

Pájaro oculto en las ramas
del almendro en flor,
canta ahora que no está el águila,
anuncia tu duelo al amor,
que tu vida ha de cambiar,
de la noche a la mañana.

Hazme caso y fabrica tu nido,
que el invierno se acerca rápido
y tu vida se acaba.

A tu compañera dale la vida,
y olvida, que la primavera pasa,
disfruta del sol que se marcha.

Encierra tu llanto más amargo
y canta fuerte ruiseñor,
que la primavera pasa rápida
y el invierno te traerá el dolor
de una vida ya pasada.

Árbol habla por favor,
cuéntame tu pasado.
Dime cuando murió el cantor
que ocultó su lindo canto
entre tus ramas en flor.

Dime si fue el halcón,
quien mató su lindo canto.
Dime si fue mi falta,
quien quebró su primavera temprana,
dime donde reposa en calma.

Dímelo, haz el favor, que mi vida se acaba,
hazlo por la alegría que te dio,
con su alto canto al alba.

Tributo con mi poema al ruiseñor,
que cantó en la rama más alta
del árbol solitario, al alba,
mi recuerdo lleno de alabanza,
y aunque la vida para ti se acabó
yo por ti cantaré a la mañana,
ésta, mi dulce plegaria,
que expresa el dolor de mi alma,
al no escuchar tu trino de oro
serenata de la mañana.

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QUEDATE

Primavera, primavera, veo en los ojos inquietos de tu vida florecida desde mi otoño con gran melancolía. Primavera, primavera, de mis días, no te vayas…

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