Nuestra casa

Y acá estoy con esperanza
hablando desde el corazón,
rezando por más caminos de encuentros
sin tanta discusión.

Por que existan más humanos
en su mejor versión,
iluminando nuestras almas
buscando un mundo mejor.

Con ojos de niño la realidad miremos,
soñando sin desilusión.
En armonía, con respeto,
servicio y vocación,
cuidemos nuestra madre tierra
para la próxima generación.
Tienen derecho a disfrutar su casa
tanto como tu y yo.

La gran pausa se hizo presente
y a todos alertó
que hoy el juego cambia
y nuevas reglas escribió.

Actuemos responsablemente,
reduzcamos la contaminación,
re-ordenemos nuestros valores,
en nuestro interior está la solución.

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